[Entrevista que me hizo la periodista Clavel Rangel, y que fue publicada en el Correo del Caroní el domingo 7 de diciembre 2008]
La duración de los períodos presidenciales y las posibilidades de reelección forman parte de un duro debate en América Latina, explica el académico.
Clavel A. Rangel Jiménez
La reelección presidencial en América Latina ha sido "un tabú y un excentricismo" para la historia democrática de esta región, según explica el profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y de la Universidad Metropolitana (Unimet), y miembro de la Coordinación Nacional de Políticas Públicas de Un Nuevo Tiempo (UNT).
Camero explicó algunas perspectivas históricas que convirtieron la reelección presidencial en un mecanismo que provocó serias controversias en los 200 años de historia republicana, en contraste con 300 años de historia monárquica. "Lo que ya de por sí era un tema tabú para el presidencialismo latinoamericano... imagínate lo que es otorgarle a esto el carácter de indefinido. Esto nos coloca más allá de las fronteras de los valores republicanos".
Explicó que antes de institucionalizar el Estado Liberal Republicano en América Latina hubo que enfrentarse a las amenazas de los caudillos que pretendían eternizarse en el poder. Así desde que Hispanoamérica se separó de España se escogió el sistema presidencialista. La reelección presidencial fue desde entonces un revés para la construcción de instituciones fuertes en el continente.
Cuenta que uno de los ejemplos más radicales del rechazo a la reelección presidencial fue el estallido de la Revolución Mexicana en 1910. Francisco Madero rechaza la eternización en el poder de Porfirio Díaz con la frase "Sufragio efectivo, no reelección", que se convirtió en el primer gran lema de la Revolución en México. "Hasta el día de hoy la reelección presidencial es absolutamente inviable en México", señala Camero.
"El siglo XX fue el siglo de las luchas del proyecto democrático en la región, contra el militarismo y los autoritarismos de distinto signos. La transición a la democracia en la década de los años 80 dejó a América Latina enfrentado nuevamente con el fantasma de la reelección. En 1990 muy pocos países latinoamericanos aceptaban la reelección presidencial inmediata, era una excentricidad".
Tres hechos marchan la reelección
Según Camero la reelección ha estado ligada a tres hechos que son concurrentes. "Por un lado la crisis del sistema de partidos, en segundo lugar la emergencia de liderazgos personalistas que pretenden colocarse por encima de la ley y de las instituciones y, en tercer lugar, un papel creciente en los medios de comunicación, especialmente la televisión, por personalizar los debates políticos".
Agrega: "Fíjate una cosa, sólo en Cuba no existen límites a la reelección presidencial. Por otro lado, miremos el caso venezolano, en nuestro país la reelección también ha sido problemática, usada por los autoritarismos para eternizarse. José Tadeo Monagas fue el primero que cambió la Constitución para lograr ser reelecto de manera inmediata, en 1857. Al poco tiempo había caído su gobierno".
Para el historiador, los principios fundamentales de nuestro régimen republicano no deberían estar sometidos a mayorías o minorías circunstanciales, ya que forman una parte medular del proyecto nacional. Sentencia que "asumiendo que para el gobierno actual la voluntad de la mayoría está por encima del estado de derecho, lo que es una locura y abre la puerta al despotismo y a la tiranía, nos tocará enfrentarnos... con los votos contra este proyecto de enmienda".
Mapa de la reelecciónRevisando el plano del continente americano conseguimos los siguientes datos. En cinco países de la región latinoamericana se niega de manera absoluta la reelección: El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Paraguay.
La reelección de manera no consecutiva está presente en seis países: Uruguay, Panamá, Ecuador, Costa Rica, Chile y Bolivia. Venezuela aparece entre los seis países que sí admite la reelección consecutiva: Argentina, Brasil, Colombia, República Dominicana, Estados Unidos y Venezuela. Lo más curioso es que el único país que admite la reelección indefinida es Cuba y de aprobarse este sistema en nuestro Estado, también figuraríamos en esa lista.
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