Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2009

En defensa de la Universidad democrática, autónoma y libre

Estoy llegando de dar clases en la Universidad Central de Venezuela, hoy teníamos un día de exposiciones en historia económica. A las siete y media de la noche la Facultad fue desalojada. Había venido escuchando el traqueteo continuo de los disparos de armas de fuego y las explosiones desde que empezamos la clase, venían dichos sonidos de la Plaza del Rectorado. Más temprano, al entrar por Plaza Venezuela a las cinco de la tarde, tuve la oportunidad de observar un pequeño grupo violento interrumpiendo el ingreso a la universidad. Al salir de FACES me dirigí hacia la Plaza Cubierta, en contra de los consejos de otros profesores, porque quería ver con mis ojos la destrucción que los sonidos anunciaban. A lo lejos, el fuego adornaba esperpénticamente a nuestra Tierra de Nadie. Subí a la Plaza Cubierta para encontrar el dantesco espectáculo de un Toyota incendiado incrustado a las puertas del Rectorado. Un acto de vandalismo político que tiene un objetivo muy claro, aterrorizar a quienes q

Acumulados en el tintero por urgencias reiteradas

Entre el 23 de enero y el momento actual, 19 de mayo de 2009, he dejado abandonado Devenires y Pensares , prácticamente cuatro meses de inactividad, imperdonable. Diversas iniciativas truncadas de artículos han quedado en el tintero, o debería decir, en los archivos de la computadora. Eso se debe a una secuencia de razones concatenadas, empezando, mi mala maña de dedicarme a perfeccionar los textos, a repensarlos, a darles vuelta una y otra vez, una inconformidad permanente con lo escrito. No puedo dejar de mencionar ciertos dilatados textos sobre los que he tenido que enfocar mi atención, no destinados para la blogósfera sino para el mundo político organizativo, ideológicos, y para la reflexión académica, incluyendo avances en mi tesis de Maestría (que espero terminar estos próximos meses) y un artículo sobre la política exterior venezolana luego de la muerte de Gómez. Pero, a esto hemos de agregar obligatoriamente el clima de reiterada urgencia en que estamos viviendo en Venezuela, p