Uno de los aspectos más
negativos del balance que podemos hacer del proceso de transformación política
que Venezuela ha vivido los últimos quince años es que, más allá de la retórica
rimbombante y de las loas ocasionales de algunos románticos, nos hemos venido
quedando atrás respecto a las grandes corrientes mundiales de cambio
tecnológico, económico, político, social y cultural.
El público debate político e
ideológico, siempre necesario, presenta en Venezuela una regresión con rasgos
anacrónicos. Soy defensor de la necesidad de discutir alta política, incluso de
debatir en términos ideológicos, filosóficos y de valores la dirección que
queremos darle al proyecto histórico venezolano, pero siempre insertos dentro
de un debate global, humano, que se está dando actualmente.
No demonizo el empleo de términos
como “socialismo” o “revolución”, aunque soy profundamente crítico de su uso
dogmático y anacrónico. El dogmatismo del siglo XXI es incapaz de entender los
cambios en las condiciones objetivas y subjetivas que han venido alterando el
mapa conceptual y tecnológico que nos permite darle forma al futuro, tiene más
vinculación con el reaccionario fundamentalismo religioso que con un
acercamiento moderno al cambio social y político. No se puede hablar de
socialismo en el siglo XXI sin tener un acercamiento crítico a las terribles
experiencias de los experimentos totalitarios en el siglo XX, y no se puede
hablar de “Revolución” sin comprender los cambios que dicho concepto ha tenido
desde fines del siglo XVIII.
En Venezuela hemos necesitado
volver a lo básico, hemos tenido que defender los derechos individuales, las
libertades civiles fundamentales, el proyecto republicano y democrático ante la
arremetida autoritaria, la separación y equilibrio de Poderes ante el nuevo
discurso despótico. Este retorno a debates superados en otras latitudes no nos
ha permitido prestar la debida atención pública a los términos de un debate
mundial sobre la crisis de un modelo civilizatorio, sobre las transformaciones
que en la humanidad se derivan de trascendentales innovaciones tecnológicas que
están modificando nuestra relación con la naturaleza y entre nosotros, en los
límites éticos de la acción humana, en fin, el debate sobre el futuro de la
humanidad.
Lo que sucede en Venezuela
efectivamente no está aislado de los cambios mundiales, como veremos más
adelante, sino que es expresión concreta de los mismos, pero el mapa conceptual
desde el que nos estamos acercando en el debate público nos está haciendo
difícil comprender, hacer comprender, y transformar nuestra realidad. De aquí
la necesidad, para comprendernos, de colocar nuestra mirada en el horizonte, de
revisar los términos del debate mundial, de acercarnos a lo que se está
discutiendo hoy como Humanidad.
El Informe de expertos nos abre una venta... miremos |
En este artículo especial hago
un ejercicio de reflexión sobre cada una de ellas más allá del acontecimiento,
del día a día, intentando comprender el devenir de la Venezuela actual en
correlación con estas tendencias globales. El diálogo entre lo global y lo
particular, nacional, y entre el acontecimiento que nos abruma, la coyuntura
que nos posiciona, y el largo plazo que nos ubica en el horizonte humano, nos
será tremendamente útil para las luchas que estamos dando y que seguiremos
dando en un futuro.
Las diez tendencias globales,
para los próximos doce a dieciocho meses, donde estos expertos colocan su
interés, pueden agruparse en cinco grandes bloques: primero, en términos
específicamente económicos, la profundización de las desigualdades (1) y la persistencia del desempleo (2); segundo, en términos políticos la crisis del liderazgo (3) y el debilitamiento de la democracia
representativa (5); tercero, en lo que se refiere a los nuevos desequilibrios
mundiales de poder, el ascenso de la competencia
geoestratégica (4) y la intensificación de los nacionalismos (8); cuarto, en lo que se refiere al impacto del
cambio climático, el aumento de la polución
en el mundo en desarrollo (6), la creciente posibilidad de ocurrencia de catástrofes climáticas (7) y el
incremento del denominado stress hídrico,
la crisis por el escaso acceso al agua (9); finalmente, en quinto lugar, la
creciente importancia de la salud en
la economía (10) que deriva, en gran parte, de cambios demográficos cada vez
más globales.
Una economía mundial que crece desigualmente sin generar empleo suficiente
La economía mundial crece
moderada y desigualmente, sin mostrar dinamismo en la creación de empleo, única
forma en que la gente puede salir estructuralmente de la pobreza, generando
autonomía real. Cuando señalamos el carácter desigual de la recuperación
económica no solo hablamos del contraste entre la recuperación de Estados
Unidos y el estancamiento europeo sino también que la brecha existente dentro
de las sociedades parecen estarse ampliando. La economía crece para algunos
mientras que se estanca para otros, aunque vivan en la misma ciudad, por lo que
veremos en el futuro una civilización más polarizada, menos cohesionada, lo que
incrementará muy probablemente la conflictividad social y política.
¿Dónde se incrementará la desigualdad en los próximos 12 a 18 meses? |
La profundización de las
inequidades en el ingreso y de las desigualdades económicas en general es la
primera tendencia global que explora el informe. En los países desarrollados y
en vías de desarrollo la mitad más pobre de la población tiene acceso a menos
del 10% de la riqueza. Esto está vinculado al tipo de crecimiento de la
economía que se está generando luego de iniciada la crisis de 2008. China está
en el centro de este problema, por lo que el máximo crecimiento de la
desigualdad se está dando justamente en Asia.
El continente más desigual del
planeta es el nuestro. América Latina tiene los patrones más inequitativos de
repartición de la riqueza y eso es percibido y atacado en el informe. Para
enfrentar el problema de las desigualdades en Latinoamérica, el informe hace
énfasis en la educación, en los cambios en la política impositiva y una
política activa de bienestar social.
Estrechamente vinculada a las
desigualdades crecientes la persistencia del desempleo, más allá del
crecimiento de la economía, es la segunda tendencia global identificada para
2015. A pesar de que la economía mundial se ha recuperado de la crisis global
que se inició en 2008 este crecimiento no se ha trasladado a la misma velocidad
a la generación de empleo. Eso quiere decir que el crecimiento está siendo
absorbido con menor cantidad de trabajo, bien por razones tecnológicas de
productividad, bien por razones de absorción desigual de la riqueza.
Evolución proyectada del desempleo y el crecimiento económico |
La pérdida de oportunidades de
empleo también es un problema importante en América Latina. Las tres
principales soluciones para enfrentar este problema en la región son, de
acuerdo al informe, proveer educación, promover la innovación y crear empleo.
El derrumbe de la economía
venezolana, certificada oficialmente en recesión para el último trimestre de
2014, ha tenido que tener un efecto negativo tanto en las desigualdades como en
lo que se refiere a la generación de empleo de calidad. A pesar de que la
retórica oficial, generalmente empleando cifras manipuladas, había hecho
énfasis en la reducción de la desigualdad durante el período de altos ingresos
petroleros, la realidad actual nos muestra un conjunto de desigualdades
estructurales, derivadas de la implantación de un modelo económico
caracterizado por controles arbitrarios con gran discrecionalidad de los
funcionarios.
El modelo venezolano acumula un
gran conjunto de distorsiones en la economía, otorgando un gran poder a
burócratas y funcionarios gubernamentales que controlan el acceso a amplios
recursos de manera discrecional. Así, una pequeña elite tiene acceso a divisas
preferenciales, a recursos públicos ilimitados, a los que la mayoría no puede
acceder, mezclando el desigual acceso al poder político con la posibilidad de
enriquecimiento económico particular. Una economía con precios dolarizados, un
bolívar devaluado y una alta inflación que supera el 60% (oficial), pero con
salarios que pierden valor cada día, acumula desigualdad entre los que tienen
acceso a divisas, a través del acceso al poder, y quienes no lo tienen.
Esta opacidad también se
expresa en las cifras del desempleo. Aunque el INE señaló que en diciembre de
2014 el desempleo alcanzaba al 6,4% siendo un 40,3% en la economía informal,
sombras de duda se extienden sobre estas cifras. El cierre masivo de empresas
industriales, la escasez en la inversión productiva, la caída del Producto
Interno Bruto, el ambiente hostil para el emprendimiento económico, para hacer
negocios, no se corresponden al escenario idílico que pretende mostrar el
gobierno en cuanto a sus cifras de desempleo. La persistencia, año tras año,
del decreto de inamovilidad laboral, para impedir los despidos, tornando más
rígido el mercado laboral, lo que inhibe la creación de empleo, es síntoma de
un grave problema en la sostenibilidad del empleo en Venezuela.
El aparato económico
venezolano, en contra de lo que señala el gobierno, potencia las desigualdades
aumentando la dependencia e inhibe la creación de empleo decente, de empleo
productivo, al inhibir la inversión. Nada en 2015 parece señalar que estas
tendencias se reviertan, de hecho, la continuidad en las políticas rígidas de
controles discrecionales agudizará la recesión durante este año que se inicia.
Frustración democrática y crisis del liderazgo
La crisis de la política
democrática, diagnosticada cuando se habla de la crisis del liderazgo y del
debilitamiento de la democracia representativa, está vinculada con las
presiones a las que está siendo sometido el Estado Nacional moderno por una
economía cuyo flujo es global.
Nunca la política democrática
estuvo más extendida universalmente, aunque la creciente presencia de regímenes
híbridos nos señale sus limitaciones, pero la frustración respecto a la
democracia también se está extendiendo a gran velocidad.
Generalizada crisis del liderazgo |
Recordemos que, desde el punto
de vista de la historia humana, el experimento democrático, valioso para todos
nosotros, es históricamente reciente y frágil. Requiere determinado conjunto de
condiciones para que fructifique y se consolide. La ciudad-Estado, la polis, y
el Estado Moderno, han sido el escenario territorial, espacial, del ejercicio
histórico de la democracia. La disolución de la antigua polis, incluso de la
urbe romana, en una expansión territorial mayor, tendió a disolver a las
democracias, así como las instituciones republicanas romanas se disolvieron en
el Imperio. La disolución de los poderes del Estado frente a los flujos
económicos globales, cada vez más poderosos, cada vez menos sometidos a algún
tipo de control racional, de voluntad democrática, genera un vértigo al que la
democracia no tiene actualmente capacidad de responder.
Se reduce la participación electoral |
La elección, democrática, de
representantes que parecen tener, cada día, una capacidad efectiva más limitada
para modificar el funcionamiento del orden sociopolítico y socioeconómico que
viven sus ciudadanos, constituye caldo de cultivo para la frustración,
sobretodo en el contexto de crecientes desigualdades. La existencia de
poderosos impotentes electos por las urnas genera una pérdida de credibilidad
en el sistema. El informe señala que hasta 86% de los encuestados considera que
estamos en medio de una crisis de liderazgo en la actualidad.
El debilitamiento de la
democracia representativa y de su liderazgo expresa profundamente esta crisis,
los indignados en España, las protestas en Estados Unidos, etc., someten a
fuertes críticas la efectividad de las instituciones existentes. La respuesta
política tarda en llegar, en Estados Unidos la recuperación económica no se ha
trasladado a una mayor credibilidad en el liderazgo político, en Europa la
victoria de grupos extremistas, de derecha o de izquierda, expresan dicha
insatisfacción. Estamos viviendo una crisis de la democracia realmente
existente, ¿podremos salvarla? La respuesta queda abierta.
En Venezuela la crisis de
liderazgo es también generalizada, pero no estamos viviendo bajo un régimen
democrático, sino bajo una forma de autoritarismo que mantiene los rituales de
la democracia vaciándolos de sentido y de poder real. En 2014 vimos una rápida
devaluación de los liderazgos tanto oficialistas como de las fuerzas
democráticas.
El caso venezolano puede ser analizado
en el marco de la crisis del paradigma democrático, la decadencia de una
democracia representativa, entre 1983 y 1998, derivó en el ascenso de un
experimento autoritario con vocación totalitaria entre 1999 y 2014. La crisis
de los liderazgos políticos, y de sus instituciones centrales, los partidos,
los sindicatos, etc., sigue siendo parte del contexto venezolano para 2015.
Para 2015 el proyecto nacional
republicano democrático venezolano seguirá enfrentando la arremetida
autoritaria, y las elecciones parlamentarias serán un momento de definiciones
para el futuro.
Desequilibrios del poder global: competencia geoestratégica y nacionalismos
La creciente competencia
geoestratégica es otra de las tendencias que estarán presentes en 2015,
efectivamente, la geografía sigue siendo importante. Hubo quienes hablaron del
fin de la geografía con lo desaparición del espacio que implicaba el desarrollo
de las nuevas tecnologías de información y comunicación, pero estamos viviendo
un retorno del referente espacial cuando percibimos una nueva geoeconomía y una
nueva geopolítica. No estamos viendo la disolución del espacio, la desaparición
del paisaje, sino su relocalización vinculada a los cambios en la
administración tecnológica de los tiempos.
Geoeconómicamente el cambio
parece evidente. Así como en el siglo XVI la economía se movió del Mediterráneo
al Atlántico en el siglo XXI estamos presenciado rápidamente la emergencia del
Pacífico. El tráfico comercial se ha mudado al Océano Pacífico, colocando en el
nodo de los flujos mundiales no solo a economías como las de China e India sino
también Australia, Indonesia y países latinoamericanos como Chile, Perú,
Colombia y regiones como California, todas vinculadas a la economía del
Pacífico. Estos cambios en el mapa del poder económico también tienen impacto
en la distribución del poder político, la competencia por África entre China y
Estados Unidos, el control sobre Asia Central y Europa Oriental, como áreas de
influencia de Rusia, los acercamientos entre rusos y chinos. La realpolitik y
la geopolítica vuelven a estar a la orden del día.
La creciente emergencia del
nacionalismo, tan presente en Europa, puede ser vista como una reacción
defensiva frente a los vertiginosos cambios económicos, sociales, culturales y
políticos que afectan a las comunidades. La incertidumbre creciente frente a
los cambios, el debilitamiento de la capacidad efectiva de los Estados,
propician la aparición de reacciones nacionalistas, que buscan recrear una
ensoñación homogénea de la comunidad perdida. Esta tentación es peligrosa, en
ella puede encontrarse la semilla de nuevos conflictos sociales, de la
intolerancia y el totalitarismo.
Para enfrentar el ascenso de
los conflictos geoestratégicos el informe señala que se debe avanzar en el
desarrollo de capacidades de negociación y entendimiento, fortalecer
estructuras de gobernanza, desarrollar una política exterior pro-cooperación,
resolver conflictos y tensiones y fortalecer las organizaciones multilaterales.
Ante la intensificación del nacionalismo, en América Latina el informe
recomienda fortalecer los mecanismos e instituciones de asociación y
cooperación, mantenernos informados y alertas, fortaleciendo la educación para
la ciudadanía.
El descenso de Venezuela en el escenario global |
El lugar de Venezuela en este
escenario de transformaciones geopolíticas se encuentra en rápido descenso. Tras
quince años de retórica rimbombante contra Estados Unidos, luego de emplear el
recurso petrolero como herramienta de presión geopolítica para diseñar una red
de alianzas que se extendía desde Petrocaribe hasta el Cono Sur, luego de haber
intentado construir nuevas relaciones con Cuba, China, Rusia, Bielorrusia, la
política exterior venezolana muestra señales de debilidad para 2015.
Una petrodiplomacia temeraria
que dependía del alto valor del barril petrolero se debilita en un contexto de
bajos precios como el que se abre durante el año 2015. Esta caída de los
ingresos, la crisis económica, el
aislamiento del flujo de inversiones, implica una pérdida de la importancia
geopolítica de Venezuela en el contexto latinoamericano y mundial.
El cambio climático y la acción humana
Del Asia se espera el máximo crecimiento de la polución en 2015 |
La ocurrencia de eventos climáticos cada día afecta a más personas |
Por otro lado el incremento en
la ocurrencia de eventos climáticos catastróficos es otra tendencia a la que
tendremos que responder durante 2015. La reducción de la vulnerabilidad de
nuestras comunidades tiene que ser una política sostenida. En Venezuela el
desastre de Vargas en 1999 nos demostró el impacto que estas catástrofes pueden
tener sobre la población, la pérdida de vidas, la destrucción de
infraestructura, la desaparición de los servicios públicos. Un crecimiento
urbano desordenado, que no preste atención a las potenciales vulnerabilidades,
puede tener un impacto negativo en el momento de que estos eventos ocurran.
La sed será el signo del futuro para muchos |
Veremos en 2015 un incremento
de las tensiones por el desigual acceso al agua en varias regiones del mundo.
Hay quienes señalan que las guerras del futuro serán por los recursos
naturales, teniendo en el acceso a los recursos hídricos el más importante de
ellos. Las sociedades del Medio Oriente, del norte de África, de México y El
Caribe, de Perú y Chile, de Australia, de Indonesia, pero también España e
Italia, serán profundamente afectadas por la escasez de agua.
Venezuela cuenta con unas
inmensas reservas de agua potable, nuestras cuencas hidrográficas nos
convierten en un territorio privilegiado, pero la falta de mantenimiento en las
instalaciones existentes para garantizar la distribución al grueso de la
población ubicada en el norte costero, así como la falta de inversiones
efectivas para que el servicio se preste eficientemente han venido afectando
negativamente a amplias capas de la población. La sequía era previsible, la
falta de mantenimiento y de inversiones son responsabilidad gubernamental. Hay
regiones completas con déficit hídrico en Venezuela que serán previsiblemente
afectadas si el clima sigue seco durante 2015.
El modelo impuesto en Venezuela
está lejos de ser ambientalmente sustentable en la práctica, la degradación,
por indolencia y falta de planificación, de nuestras cuencas hidrográficas a lo
largo de estos quince años ha tenido un impacto negativo en la generación de
energía eléctrica y probablemente incrementará el stress hídrico los próximos
años en regiones áridas y en zonas densamente pobladas pero alejadas de las
fuentes de agua.
La salud y la economía
Para 2015 se espera un aumento
de la presión sobre los sistemas públicos de salud en todo el mundo, y la
crisis del sistema de salud tendrá un alto impacto en la economía. El Banco
Mundial reporta que la mitad del diferencial de desarrollo entre los países
deriva de sistemas pobres de salud pública y la baja esperanza de vida.
¿Cuánto estamos gastando en salud? |
El informe señala que entre las
principales causas de muerte en los países en desarrollo se encuentran algunas
derivadas de condiciones no-comunicadas, las enfermedades cardiovasculares, el
cáncer, las enfermedades respiratorias y la diabetes, por ejemplo.
La morbilidad es distinta
dependiendo del nivel de ingresos de las comunidades y de las regiones, entre
las regiones más pobres predomina el impacto de la malaria, la tuberculosis, el
VIH/SIDA, etc. La epidemia de ébola tiene un aparte específico dentro del
documento. Las vacunaciones masivas y la puesta en práctica de estrategias
preventivas para la población más vulnerable, especialmente para los niños, se
convierte en una importante obligación del Estado.
La tecnología médica ha
abaratado y facilitado la prevención, la detección y el tratamiento de muchas
enfermedades y condiciones crónicas. El desarrollo de historias médicas
electrónicas, tratamientos a distancia, la habilidad de compartir data en línea,
se mejora el acceso a la salud.
Venezuela: escasez e indolencia |
Escasez, indolencia, opacidad y
empobrecimiento es el terrible diagnóstico del estado de nuestro sistema
público de salud. El sistema en Venezuela sigue en una profunda crisis, apenas
se ha construido algún hospital público, se ha reducido la investigación médica
y el desarrollo de tecnologías médicas, lo que se vincula al bloqueo cambiario.
El número de camas habilitadas
en los centros de salud pasó de 33 mil para 2008 a apenas 24 mil en 2014. La
presión humana ha recaído sobre las clínicas privadas como respuesta social a
la crisis del sistema público de salud. La crisis de los “Barrio Adentro” ha
convertido muchas de estas estructuras en ruinas o en instalaciones dedicadas a
otros fines.
La crisis económica y la
indolencia gubernamental han convertido la escasez en una de las
características más generalizadas de nuestro sistema de salud. La escasez de
insumos y materiales médicos ha llegado a 70%, escaseando accesorios de las
unidades de laparoscopia, stent coronarios medicados y no medicados,
marcapasos, stent carotideos, fallas de guantes quirúrgicos estériles, cepillos
quirúrgicos, batas quirúrgicas, cánulas nasales o bigote nasal, máscaras de
oxígeno, resucitadores, material de suturas, grapas, materiales y agentes para
esterilización, no hay válvulas para hidrocefalia, ni material de bioseguridad.
No se consiguen medicamentos en los anaqueles |
La escasez de medicamentos
básicos también se ha generalizado, impidiendo el acceso a medicinas claves incluso
para tratamiento de condiciones crónicas. Durante 2014 escasearon antibióticos,
antihipertensivos, gases para anestesia, propofol, neostigmina, narcan,
streptoquinasa, antineoplásicos, antiretrovirales, eutirox, digoxina,
fenobarbital, tegretol y hasta la solución fisiológica y los analgésicos por
vía oral.
Por último, la respuesta
gubernamental a las epidemias que vivimos en 2014, como lo son la de malaria,
la de dengue y la de chinkungunya, ha sido ocultar las cifras y perseguir a los
denunciantes. Hay vidas de venezolanos que se han perdido por falta de atención
médica oportuna en nuestro país. La crisis económica que se avizora para 2015,
y la continuidad de políticas gubernamentales indolentes en materia de salud,
ofrecen un escenario de mayor retroceso para el año que apenas comienza. Niños,
ancianos, población con condiciones y enfermedades crónicas, la población
empobrecida, constituyen los sectores más vulnerables ante esta crisis.
Atisbando el horizonte lejano ¿y Venezuela?
Nanotecnología: una revolución futura |
Hay un interesante capítulo
dedicado a una prospectiva de los posibles temas futuros, tanteando el
horizonte lejano, como me gusta entenderlo. Acá el Informe vuela alto, como
temas emergentes, menciona la biología sintética, la interacción
cerebro-computadoras, la minería en aguas profundas, la emergencia del poder
nuclear y la evolución de la política monetaria, donde señala que se avecina
una nueva era para los bancos centrales.
En "mapeando" el
futuro se dedica atención al futuro del trabajo, al de la educación y al futuro
de internet. Respecto a la educación señala el impacto futuro de la tecnología
en los procesos educativos, mencionando la importancia que tendrán de los
masivos cursos abiertos on line (MOOOCs), el impacto de una mayor globalización
en la educación, la unificación de los estándares como un problema de
gobernanza, etc.
Venezuela luce alejada de todas
estas transformaciones científico-tecnológicas. No solo hablamos de la
destrucción de instituciones científicas de investigación tecnológica, como es
el caso de INTEVEP y del IVIC, sino también de la inmensa fuga de cerebros que
la destrucción de las oportunidades de desarrollo ha traído.
Un gigantesco contingente de
recursos humanos venezolanos, con formación doctoral, con conocimientos,
capacidades y habilidades para colocar a Venezuela en la vanguardia regional en
ciencia y tecnología, ha terminado fuera del país, desarrollando sus
investigaciones, su carrera, en otras latitudes. La pérdida para Venezuela es
inconmensurable.
En el mismo sentido, la
hostilidad del gobierno nacional contra las Universidades autónomas, nodos de
generación de conocimiento, se ha expresado en la reducción progresiva de su
presupuesto, en el cerco económico y político que se ha tendido a su alrededor,
en un escenario de alta inflación y con una moneda devaluada, lo que ha implicado
la desaparición de líneas de investigación, de becas, de actualización
tecnológica y de intercambio de conocimiento.
El régimen ha creado un entorno
hostil para el desarrollo científico y tecnológico, destruyendo las
oportunidades de crecimiento para los profesionales, desestimulando cualquier
forma de inversión en I+D, con un régimen cambiario que bloquea el acceso a
tecnología y al conocimiento, alejando a Venezuela del cambio tecnológico que
se desarrolla en el mundo.
Aislados y en retroceso
Recomendaciones regionales |
El informe sobre la Agenda
Global 2015 evidencia el aislamiento en que yace Venezuela, el retroceso que
estamos viviendo cada día, pero también nos señala un camino de lucha, nos
obliga a mirar el horizonte, nos da energías para acometer las transformaciones
que nuestro país exige.
En el Informe hay un apéndice
dedicado a los más importantes temas regionales. Sobre América Latina se hace
énfasis en la atención a los problemas de corrupción, al de la educación, a la
necesidad de invertir en habilidades y destrezas para el desarrollo y de asumir
políticas específicas para responder al incremento de las desigualdades.
Ante todos estos temas
latinoamericanos la posición de Venezuela es de alta vulnerabilidad, nos
estamos quedando atrás, más allá de la retórica oficial, de su opacidad y de
sus cifras manipuladas. El modelo promueve la corrupción, crea nuevas
desigualdades, excluye a niños de la educación, y no invierte efectivamente en
políticas que generen capacidades para el desarrollo.
El viraje que Venezuela
necesita para retomar la ruta de la modernidad, para incorporarnos con energía
al cambio de la Humanidad, para dar un aporte sustancial a nuestra historia, no
es un tema baladí, ni un proceso sencillo, pero la viabilidad de nuestro
proyecto nacional republicano a largo plazo se decidirá por nuestra capacidad
de insertarnos como agentes en las transformaciones que le darán forma al mundo
del futuro.
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