Ir al contenido principal

Entradas

Repensar el marco para democratizar Venezuela

Entradas recientes

Nuestra solidaridad con Acción Democrática

El uso del aparato judicial para tomar control de los partidos opositores, entregando su personalidad jurídica, símbolos y propiedades, a dirigentes o funcionarios afines, es una macabra práctica empleada por Hugo Chávez y ahora perfeccionada por Nicolás Maduro, para hacer desaparecer a la disidencia. El chavismo en el poder empleó tribunales controlados políticamente para intervenir en las disputas internas de Bandera Roja, para dominar a Podemos, y para imponer su voluntad sobre el partido socialcristiano COPEI, entre otros. En su momento, empleó artimañas judiciales similares para bloquear la tarjeta de la Mesa de Unidad Democrática, lo que obligó a la coalición a realizar un acuerdo con el MIN. Posteriormente, el chavismo pasó a controlar sistemáticamente las tarjetas electorales. El control político sobre el Poder Judicial es absoluto, desde un TSJ conformado de manera inconstitucional, hasta los últimos tribunales, son empleados para destruir cualquier atisbo de disiden

Ante el espectro del 5 de enero de 2021

En la medida que el tiempo avanza el margen de maniobra del liderazgo democrático se hace más estrecho. La espada de Damocles del 5 de enero de 2021 pende sobre nuestras cabezas, marcando un hito ineludible. Evadir este debate podría lanzar a la periferia de la política a la actual oposición. La pérdida de toda capacidad de conservar iniciativa política de la oposición contribuiría a profundizar la autocratización de Venezuela. Hay quienes sostienen que la política es cuestión de voluntarismo o de la potencia pasional de nuestros deseos, todavía hay otros que defienden que son el coraje y la temeridad los factores que deciden el destino de las sociedades. Lamentablemente se equivocan, el funcionamiento del poder depende más de las capacidades reales y de los recursos concretos con que cuentan los actores para alcanzar sus objetivos de poder. Venezuela tiene dos décadas descendiendo en un proceso de autocratización, el régimen se ha venido cerrando. En la medida en que el sistema

La economía de la felicidad, por Ysrrael Camero en el #WorldHappinessFes...

La economía de la felicidad, por Ysrrael Camero en el #WorldHappinessFes...

Venezuela: responder a las amenazas de 2019

Una crisis de proporc iones continentales No estamos en tiempos de transición hacia la democracia en Venezuela. La ventana de oportunidad para lograr este proceso se empezó a abrir en 2012, y pareció cerrarse en un ambiente de crisis multinivel, humanitaria y política, en 2018. La gran amenaza que se cierne para 2019 es la consolidación del gobierno autoritario, en su fase más totalitaria, pero sin que este consiga estabilizar al país. Esto parece una contradicción lógica, ¿cómo puede consolidarse un régimen político sin garantizar la estabilidad en el territorio que controla? Es necesario, por ende, ofrecer una explicación de la aparente disonancia. Para entenderlo es importante centrarnos en el tema de la territorialidad del ejercicio efectivo del poder. La paradoja del caso venezolano es que se ha construido un aparato de control sociopolítico sobre la población al mismo tiempo que el Estado ha perdido capacidad efectiva para controlar partes del territorio nacional. E