Hace poco más de un año un grupo de amigos conversábamos sobre las expectativas que teníamos para Venezuela en 2014. Ante la interrogante directa no pude sino contestar con dos reflexiones que se tornaron dramáticas. En primer lugar señalé “¡No se van a aburrir!” , a pesar de que no tendríamos elecciones 2014 prometía ser un año de movilizaciones sociales y políticas importantes, derivadas tanto de la profundización de la crisis económica y social como de la rápida erosión de liderazgo dentro del chavismo. En segundo lugar agregué “¡Extrañaremos el 2013!” , todos los indicadores económicos señalaban que la crisis se profundizaría y se extendería a todos los campos y niveles de la vida social y económica, con lo que nuestros escasos ingresos serían cada día más insuficientes para mantener cierta calidad de vida. Lamentablemente en ambos casos me quedé corto. Una economía en caída libre Durante el año 2014 la crisis socioeconómica se agudizó al ritmo de la caída de los precios pe
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