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Mostrando entradas de agosto, 2007

Reforma Constitucional: ¿para quién? ¿para qué?

La agenda de la “reforma constitucional” es del poder, no le pertenece al pueblo. El gobierno pretende imponerla por encima de las necesidades reales de un pueblo que no sale de su empobrecimiento, ahora convertido en mayor dependencia frente al poder, un pueblo que se encuentra sometido al miedo cotidiano a la delincuencia y que exige de las autoridades respuestas concretas a problemas reales, respuestas que ninguna autoridad está en capacidad efectiva de dar porque una sola voluntad priva, la de un Jefe Supremo obsesionado con su propia perpetuación. Asume el gobierno como excusa el “perfeccionamiento” de un marco legal presentado, hasta hace poco, como la cúspide del constitucionalismo, pretendiendo pasar de contrabando la reelección indefinida. Ese intento de institucionalizar la reelección permanente va contra la tradición republicana latinoamericana. El continuismo ha sido prólogo de conflictos a lo largo de nuestra historia, recordemos que la misma Revolución Mexicana estalló ba

Caminando sobre la dicotomía: izquierda(s) y derecha(s)

Si alguna dicotomía ha marcado la política contemporánea, prácticamente desde la Revolución Francesa, ha sido la que divide a la(s) derecha(s) de la(s) izquierda(s). Preferimos el uso del plural, hablaremos generalmente de las izquierdas y de las derechas, por razones que iremos explicando más adelante. Esta dicotomía ha sido puesta en duda desde la segunda mitad del siglo XX, con más fuerza se ha dudado de su pertinencia luego de la caída del bloque soviético. De esta manera, hay quienes señalan que no existe algo como la izquierda y la derecha, en medio de una realidad política “globalizada”, repleta de temas que cruzan transversalmente el espectro político, el problema ambiental y ecológico, la perspectiva de género, el cambio científico y tecnológico, por ejemplo, impidiendo cualquier respuesta “de derechas” o “de izquierdas”. Hay quienes, apelando a la lógica del marketing político, evaden el tema y se crean un “centro”, así sin más, para colocar allí a quienes no tienen posturas