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Mostrando entradas de octubre, 2010

Confiscaciones compulsivas pretenden establecer sumisión social

La huída hacia adelante del gobierno, luego de su derrota electoral el 26 de septiembre, lo conduce rápidamente a un escenario de aislamiento respecto al ciudadano común. La política de confiscaciones de la propiedad es uno de los rasgos del proceso de radicalización de la “revolución”, cuyo objetivo no se vincula con ningún interés “nacional” sino con un intento desesperado de control sobre la sociedad venezolana, destruyendo cualquier posibilidad de vida autónoma. El gobierno ha usado el término “expropiación” para definir su ataque frontal contra la propiedad privada en sus diversos órdenes. Las expropiaciones son práctica común en las políticas modernizadoras del Estado, para el desarrollo de infraestructura, inversión en servicios, por razones de justicia social y de interés público; los procesos de expropiación han sido parte esencial en la construcción de represas hidroeléctricas, de vías de comunicación como autopistas o vías férreas, en los procesos de Reforma Agraria, incluso

Asamblea Nacional: escenario posible de construcción de la convivencia nacional

El 26 de septiembre de 2010 nosotros, el pueblo venezolano, en pleno uso de nuestra soberanía, nos dimos una nueva Asamblea Nacional. El universo de los convocados, ejerciendo nuestra ciudadanía, constituimos la expresión política plural de una nación diversa. La vigencia de este Parlamento se extenderá entre el 5 de enero de 2011 y el 5 de enero de 2016, y el cambio cualitativo que puede representar en la historia futura de Venezuela debería ser trascendental. La nueva Asamblea Nacional es un reflejo político, aún tímido, de un cambio social profundo que se ha venido dando en Venezuela. Y hablo de su carácter tímido por la manera en que la reglamentación electoral alteró los mecanismos de representación política. Desde la misma Constitución de 1999 que consagró una sobre-representación de los estados demográficamente pequeños, pasando por la Ley Orgánica de Procesos Electorales (LOPE) que violentó el principio de proporcionalidad, hasta finalizar en la configuración ad hoc de las circ